Valencia, la primera comunidad que hace posible el uso de la mediación en todas sus jurisdicciones

Fuente: Valencia, la primera comunidad que hace posible el uso de la mediación en todas sus jurisdicciones – Mediación es Justicia (mediacionesjusticia.com)

El pasado 23 de abril el gobierno autonómico valenciano aprobó el reglamento de mediación de la Comunidad valenciana, que desarrolla la ley valenciana de mediación, aprobada en 2018 por les Corts Valencianes, que es el parlamento autonómico. Mediación gratuita, mediación por medios telemáticos y formación de los mediadores son algunos de los principales aspectos que contempla el nuevo reglamento.

Ese reglamento supone un avance en el desarrollo normativo de la mediación y viene acompañado de la creación del Centro de Mediación de la Comunidad Valenciana, y da continuidad a organismos que ya habían sido creados para el progreso de la mediación, como el SOM (Servicio de Orientación a la Mediación), que se ubica en las Ciudades de la Justicia de Valencia, Castellón y Alicante.

El reglamento prevé la mediación gratuita en aquellos supuestos en los que se pueda obtener la asistencia jurídica gratuita, y también en los casos de personas discapacitadas o que hayan sido víctimas de delitos, con independencia de su situación económica. Estas medidas son, sin duda, un acierto en relación al avance de la mediación.

También se regula la mediación por medios telemáticos, lo cual dará solución a la mediación a distancia, o entre personas que vivan en diferentes lugares, o aquellas en que, por cualquier razón, no sea adecuado que se vean presencialmente, y también permite la mediación en situaciones de pandemia, como en la que ahora nos encontramos.

Se regula igualmente la formación de los mediadores que pretendan su inscripción en el registro de mediadores. La formación de los mediadores es la piedra angular para que la mediación avance, no obstante también puede resultar un elemento de fracaso del sistema si no se implementa adecuadamente. Por ello debe hacerse hincapié en que la formación debe ser realizada por quien ostente experiencia y compromiso con la mediación, sin que pueda desperdiciarse una gran oportunidad para dotar de una adecuada formación práctica a los mediadores. La clave para que se produzcan derivaciones por parte de los tribunales y para que la utilicen los ciudadanos y confíen en ella pivota sobre que realmente se realice por personal debidamente formado. También se termina de crear la infraestructura administrativa que debe dotar del soporte adecuado para que pueda despegar el uso de la mediación.

En definitiva, ya tenemos el derecho vigente, ahora falta el derecho viviente, es decir, que los tribunales y los ciudadanos confíen en la mediación y se decidan a utilizarla.

Artículo redactado por Juan Francisco Mejías Gómez. Magistrado. Vicepresidente Institucional de GEMME España.